Entrevista realizada a Enrico Garozzo en noviembre de 2024 para la TouchéWorld Magazine en la sección I’am.
Acireale es una localidad italiana muy cercana a Catania, conocida por sus construcciones barrocas y su lindo carnaval. Entre sus personajes destacados se encuentran dos hermanos medallistas en los Juegos Olímpicos. Daniele y Enrico Garozzo emergen como dos atletas de élite mundial en la esgrima.
El mayor de ellos, Enrico, compartió unos minutos con TouchéWorld y más allá de sus interesantes reflexiones sobre el deporte, nos contó acerca de su próximo proyecto, que se trata de una evolución de su academia, que hasta hace poco era de campamentos de esgrima y trabaja de la mano de su pareja, la también esgrimista y campeona olímpica Erika Kirpu.
Han pasado unos 25 años desde que llegó al gimnasio de su ciudad y se subió por primera vez en una pedana, impulsado por su amigo Giovanni Manzoni y con una hoja de vida espectacular, nos contó parte de lo que ha sido su transitar exitoso por este deporte.

¿Qué entrenadores han marcado tu carrera?
Durante mi carrera tuve mucha gente que me ha apoyado, muchos entrenadores y otros deportistas que me gustaban. Pero los dos entrenadores que más me marcaron fueron Andrea Candani con quien trabajé seis años y medio y gané las medallas olímpicas. El otro fue Angelo Mazzoni, el que creo que tiene la mejor manera de enseñar y ver la técnica de esgrima. Para mí es el mejor entrenador de espada en el mundo.
¿Qué ha significado compartir tu carrera con tu hermano?
Como no competimos en la misma arma, creo que ha sido más sencillo. Somos un apoyo el uno para el otro. Hemos sido siempre muy unidos, por lo que siempre podemos hablar de cualquier problema entre nosotros, y nos apoyaremos hasta el último día de nuestra carrera.
Ha sido un viaje increíble junto a él. Recuerdo el momento en que entrenábamos en el pequeño club de nuestra ciudad natal, hasta el momento en que entramos juntos en el estadio olímpico para la ceremonia.
¿Qué significó participar y sobresalir en los Juegos Olímpicos?
Los Juegos Olímpicos son una especie de sueño para todos los atletas desde el momento en que uno comienza a entrenar.
Fui muy afortunado de participar en dos. El primero (Rio 2016), fue el mejor para mí en términos de resultados y en términos de disfrute. En el segundo, (Tokyo 2020) estuve un poco decepcionado por cómo fue mi actuación y sobre todo por cómo fue el evento debido al Covid, así que tengo dos tipos de recuerdos totalmente diferentes.
Fue algo increíble lo que pude conseguir en mi carrera. Por supuesto que tuve que hacer mucho sacrificio, muchos entrenamientos, muchas cosas que no pude hacer durante mi infancia, y cuando era más joven.
Son muchas cosas las que tienen que sacrificarse por los entrenamientos, por las competiciones, lo hice con mucho esfuerzo y tampoco me arrepiento ni un día de este viaje que me permitió ser la persona que soy hoy.
Creo que el deporte y los Juegos Olímpicos en general te dan un camino correcto sobre cómo comportarse y cómo ser, no solo como deportista, sino como hombre.
¿Cómo ha influido la parte mental en tu carrera?
Para ser honesto, en la primera parte de mi carrera no estaba tan enfocado en eso. En la segunda parte, previo a los Juegos Olímpicos de Río, sí, fue una de las cosas más importantes porque tuvimos un entrenador mental que realmente nos ayudó a obtener el resultado.
Y también mi futura esposa, ella está trabajando en este negocio como coach mental. Veo también en su trabajo lo fundamental que es este aspecto. Es uno de los aspectos cruciales y realmente puede cambiar el juego, cambiar el rendimiento, cambiar la forma en que puedes competir.
Puedes ser el mejor del mundo, pero si tu actitud mental no te ayuda, puedes caer en cualquier momento.
¿Cuál es tu filosofía de vida?
Considero valioso en la carrera de un deportista comportarse como tal desde el principio hasta el final, desde el momento en que te despiertas por la mañana hasta el momento en que te vas a dormir durante la noche.
Y esto se tiene que seguir incluso después de terminar la carrera, la disciplina, el respeto, el compromiso, son valores necesarios y si comienzas a comportarte de esta manera desde una edad temprana, puedes seguir teniendo esto durante toda tu vida.
También es importante aprender que las cosas hay que ganarlas y no recibirlas como un regalo.
Cuéntanos acerca de tu proyecto Future Champions Camp
La verdad ahora estamos más enfocados en otro proyecto que se desprende de Future Champions y ya no son solo campamentos, sino una academia con sede en Milán. Dónde trabajamos con las tres armas todos los días con entrenadores de primer nivel y un programa de estudios.
Básicamente, lo que queremos es darle a los atletas la oportunidad de venir aquí a Milán a entrenar y también tener la oportunidad de estudiar en inglés u otros idiomas o una carrera universitaria gracias a algunas alianzas que hemos hecho con universidades.
Tratamos de que el programa se preocupe por todo y contamos con entrenadores, fisioterapeutas, orientadores mentales y nutricionistas.
Además de contar con muchos compañeros de alta competencia, lo que hará elevar el nivel de los atletas.
¿Cuál fue la motivación para realizar la Academia Future Champions?
Buscamos dar una oportunidad alternativa a la NCAA en Europa. Creemos que podemos dar la mejor calidad de esgrima en un ambiente de alto nivel, con entrenadores de nivel olímpico y que puede llegar a ser más económico que una universidad de Estados Unidos.
Queremos utilizar la esgrima como un entorno social que pueda permitir que las personas crezcan en todos los aspectos.
¿Qué debe hacer la esgrima para mejorar?
Creo que lo principal es que debe crecer. El primer punto es la base, hay muy pocos jóvenes practicando esgrima y eso está pasando en casi todo el mundo. Tenemos que abrir la puerta de nuestros clubes y hacer el deporte más atractivo.
Pienso que tenemos que cambiar el sistema de competiciones, sinceramente se tornan muy aburridas, hasta a mí me parecen poco atractivas. Imagínese a una persona que no conozca mucho del deporte.
¿Qué recomendaciones le puedes dar a los jóvenes?
Que se diviertan mientras practican este deporte. Y a través de la diversión pueden quedarse con lo mejor de lo que la esgrima puede dejarles.
Enrico Garozzo es más que un atleta olímpico; es un embajador de la esgrima y un visionario. Su pasión por el deporte, su dedicación a la excelencia y su compromiso con el desarrollo de jóvenes talentos lo convierten en un modelo a seguir. Con la creación de la Academia Future Champions, Garozzo no solo está dejando su huella en el deporte, sino que también está construyendo un futuro más brillante para la esgrima. Su historia es un recordatorio de que, con esfuerzo, dedicación y un espíritu competitivo, cualquier sueño es posible.
Puede consultar la publicación original de la entrevista a Enrico Garozzo haciendo click aquí.