Para quienes quedaron con ganas de más luego del final de la esgrima de los Juegos Olímpicos, todavía quedan emociones por vivir. Este martes 3 de septiembre y hasta el sábado 7, el Grand Palais de París será escenario de las pruebas de la disciplina en silla de ruedas, como parte de los Juegos Paralímpicos.
Un total de 96 atletas disputarán las medallas en las armas de sable, florete y espada, tanto en individual como por equipos. China, ganadora de 11 oros en Tokyo 2020, además de Francia, máximo ganador histórico, son los grandes favoritos.
La esgrima en silla de ruedas tiene un par de categorías por armas, dependiendo de la discapacidad del atleta. En la categoría A compiten los que tienen buen equilibrio al sentarse y sus deficiencias afectan a sus miembros inferiores. En la B, los mismos tienen una deficiencia que les afecta el equilibrio en la silla o el brazo con el que empuñan el arma.
El puntaje, al igual que en los combates convencionales, tienen diferentes zonas del cuerpo en las que se puede tocar. En el florete, se cuentan los toques en el torso, mientras que en sable y espada se cuenta cualquier zona por encima de la cintura.
La italiana Beatrice Vio, más conocida como Bebe Vio, es la gran figura de estos Juegos Paralímpicos. La nacida en el enclave turístico de Venecia, es floretista y buscará su tercera medalla de oro consecutiva luego de ganar en Río 2016 y Tokyo 2020.
La historia de Bebe Vio es inspiradora. A los 11 años sufrió de meningitis severa que causó una infección grave, obligando a los médicos a amputar sus piernas desde la rodilla y los brazos desde el antebrazo.
Bebe Vio puede competir utilizando una prótesis desde el hombro, lo que le permite sostener el florete. Su currículo también incluye ser campeona europea en 2014 y 2016, además fue campeona del mundo en 2015 y 2017.
Las acciones comenzarán con la disputa del sable masculino y femenino, en categorías A y B.