Cuando su nombre era Wang Ka-yee, era una promesa hongkonesa de la esgrima. Sablista de formación, su sueño de niño era competir en unos Juegos Olímpicos defendiendo a su país. Pero luego de salir de las pedanas, ese anhelo de competir contra los mejores lo compartía con el gusto por el K-Pop.
Su nombre ahora es Jackson Wang, inclusive, así aparece en la página de la FIE. Su linaje en el deporte quedó a un lado por su amor a la música. Ese amor por la esgrima le sirvió para dar un impulso al estrellato de la música en el continente asiático, cuna del K-Pop.
“Desde muy pequeño, siempre había amado la música y hacer presentaciones. Fui captado por un reclutador coreano cuando tenía 14 años, pero debido a mi corta edad y a las objeciones de mis padres, eso no acabó en buenos términos”, declaró Wang en una entrevista.
Quizás sus padres confiaban en el talento que el pequeño sablista mostraba en los entrenamientos. Probablemente, también se confiaron del linaje deportivo que el también artista llevaba en su equipaje.
El padre de Jackson Wang, Wang Ruiji, había sido entrenador del equipo nacional de esgrima de Hong Kong, también ganó oro en los Juegos Asiáticos en 1978. Su madre, Zhou Ping, fue una gimnasta china que ganó bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, con el equipo de su país.
Wang labró una carrera que prometía conocer el olimpo
Las reseñas de espectáculos de ahora, indican que, de no haber parado la esgrima por la música, Jackson Wang hubiese competido en los Juegos Olímpicos de Londres. Y no es para menos, ya sabía lo que era competir y ganar con el equipo de Hong Kong.
Su primer gran campeonato fueron los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur, 2010. En ese torneo terminó en el puesto 11 de la prueba de sable individual. Sus logros más significativos llegaron al triunfar en los Asian Junior y los Cadet Fencing Championship.
“Un día le dije a mi padre, ‘Si gano la medalla de oro en el Campeonato de Sable de la Juventud Asiática, entonces tendrás que dejarme ir a Corea.’ Terminé ganando la medalla de oro y mi papá dijo orgulloso a sus amigos, ‘Este es mi hijo, de tal palo, tal astilla’. Volví a sacarle el tema y entonces se dio cuenta de que iba serio”.
Y así fue, ese oro fue el punto de inflexión que terminó con una prometedora carrera en la esgrima para comenzar otra en el K-Pop. En ese 2010 se inscribió en un casting con la prestigiosa productora JYP Entertainment y fue seleccionado entre 2 mil aspirantes.
La aspiración familiar de seguir el sueño olímpico de sus padres cambió por una gran carrera artística, de la que ahora disfruta. Desde 2014 forma parte de la agrupación de K-Pop, Got7, aunque también es famoso por ser solista, lo dicen sus más de 32 millones de seguidores en Instagram.
Ver esta publicación en Instagram