Con el público del Grand Palais en contra, entre los que se encontraba el presidente francés Emmanuel Macron, Man Wai Vivian Kong sacó fuerzas de su reserva. La asiática se recuperó de un 1-7 para vencer 13-12 en la final de la espada a la favorita de la afición, la local Auriane Mallo-Breton, con un infartante punto de oro.
La hongkonesa tuvo un combate para no olvidar jamás. Luego del amargo quinto puesto en Tokio 2020, la espadista de 30 años no estuvo dispuesta a que el oro se le escapara de las manos, pero para ello tuvo que superar a una dura Mallo-Breton que no pudo manejar la ventaja.
Kong superó la ronda de 32 venciendo, con dificultad, a la egipcia Aya Hussein 15-11. En la fase de 16 despachó a la estadounidense de 20 años, Hadley Husisian, con un apretado 15-12, mientras que, en ronda de 8, la ucraniana Olena Kryvytska fue su víctima, con un puntaje de 15-7.
Nelli Differt, de Estonia, retó a la asiática en semifinal, pero no pudo ante su empuje para terminar cediendo 15-11. Su rival, dominó a la húngara Eszter Muhari en semifinal, con un puntaje de 15-9, dejando a la sexta del mundo en el combate por el oro.
En el camino se fueron dando sorpresas, la primera de ellas fue la caída en ronda de 32 de la medallista de oro en Tokio 2020, la china Sun Yiwen con puntaje de 14-13 ante la japonesa Miho Yoshimura.
Una final para recordar
Auriane Mallo-Breton comenzó sumando cuatro toques consecutivos y se llegó a poner arriba 7-1 faltando 2:02 para terminar el segundo período. Allí fue cuando Kong tomó la iniciativa en los ataques para llevar el combate al punto de oro.
El empuje de la remontada de Kong contrastó con el nerviosismo de la francesa, por lo que la asiática anotó primero en el overtime, ganando así su primera medalla olímpica.
Kong acudió a los Juegos Olímpicos de París siendo la primera en el ranking de la FIE y en la final demostró la razón de por qué es la mejor del mundo. La licenciada en Estudios Internacionales de la Universidad de Stanford ahora tiene un motivo más para celebrar.
En el combate por el bronce, la húngara Eszter Muhari se impuso a la estonia Nelli Differt por 15-14.
Latinoamérica con poca suerte
La espada latinoamericana se activó este sábado en el inicio de la esgrima de los Juegos Olímpicos, desafortunadamente, tanto la peruana María Luis Doig como la brasileña Nathalie Moellhausen cedieron en sus respetivos combates.
Doig, quien llevó la bandera de Perú en la ceremonia de inauguración, cayó en la ronda de 64 con Kiria Abdul Rahman de Singapur con puntaje de 15-14. No pudo igualar así lo hecho en Tokio 2020 cuando cayó en ronda de 16 con quien hoy es la medallista de oro en París.
La brasileña Moellhousen tampoco pudo vencer a la canadiense Ruien Xiao con puntaje de 15-11. La norteamericana fue una especie de sorpresa al derrotar a la octava mejor del ranking FIE, teniendo solamente 16 años.