París siempre ha sido una ciudad especial para los Juegos Olímpicos. A partir del 26 de julio se convertirá, junto a Londres, en la segunda ciudad en ser sede de tres ediciones de la competición de los cinco aros de colores; lista a la que se unirá Los Ángeles en 2028. Pero su presencia en el olimpismo va más allá.

Y es que la capital francesa siempre ha estado presente. Cuando el barón Pierre de Coubertin se inspiró en crear el Comité Olímpico Internacional, presentó la idea en la Universidad de París. Allí, en 1894, se aprobó el renacimiento de los Juegos Olímpicos y dos años después Atenas vio materializado ese sueño.

Pero repasemos las particularidades que han tenido cuando los Juegos Olímpicos se han realizado en la “ciudad luz”.

1900, los juegos interminables

Eran otros tiempos, nacía un siglo y los Juegos Olímpicos no tenían el mismo impacto que años después. Pero la segunda edición se llevó a cabo en París entre el 14 de mayo y el 28 de octubre, nada más y nada menos que cinco meses de competencia.

Finalmente, Charles Pierre Frédy de Coubertin tenía sus juegos en su ciudad. Son recordados por muchos detalles que ahora sonarían intrascendentes, pero para la época fueron muy relevantes. Uno de ellos, por primera vez, las mujeres pudieron ser parte de las competencias.

La condesa Hélène de Pourtalès, de nacionalidad suiza y estadounidense, triunfó en una regata junto a su esposo, Hermann de Pourtalès, por ello se considera en la primera mujer medallista en la historia.

En la justa, participaron 28 países, entre los que destacan la legión americana conformada por Estados Unidos, Argentina, México, Cuba, Perú y Haití.

Las disciplinas en disputa fueron atletismo, criquet, ciclismo, esgrima, fútbol, gol, gimnasia, hípica, natación, pelota vasca, polo, remo, rugby, tenis, tiro, tiro con arco, vela, polo acuático y otras disciplinas que luego no fueron consideradas en el calendario olímpico.

Francia se llevó los máximos honores con 26 preseas de oro, siete más que la delegación de Estados Unidos y 11 más que el Reino Unido. El estadounidense Alvin Kraenzlein, de atletismo, fue el más ganador de medallas con cuatro oros.

París le entregó el testigo a San Luis, en Estados Unidos.

1924 y la aparición de la clausura y la Villa Olímpica

Por segunda vez en la historia, la París de Pierre de Coubertin volvía a albergar una cita olímpica, esta vez del 4 de mayo al 27 de julio. No fueron los cinco meses de la primera vez, pero el mes y 23 días que duraron los juegos serían impensados en nuestros tiempos.

En esta oportunidad, los juegos marcaron un hito al oficializar la ceremonia de clausura como la conocemos ahora. Para el cierre se enarbolaron las banderas de Francia, de COI y la del país sede de la próxima olimpíada, la de los Países Bajos.

París 1924, por primera vez, se construyó una Villa Olímpica para albergar atletas, aunque no todos los participantes se alojaron allí. Las mujeres, por ejemplo, se quedaron en otros recintos.

Las reseñas periodísticas y de investigación de aquellos años explican que París tuvo en 1924 la oportunidad de lavar su imagen luego de la cita de 1900. Aquella vez, la improvisación fue parte de la competición, lo que conllevó la desorganización.

En esta edición participaron 31 países, destacando la ausencia de Alemania. El estadounidense William DeHart Hubbard ganó la prueba de salto de longitud, convirtiéndose en el primer atleta de raza negra en ganar un oro.

Uruguay maravilló al mundo al ganar oro en el fútbol, en unos juegos que pasaron a la historia como los primeros en tener amplia cobertura radial.

2024, una combinación de historia con modernismo

Si algo caracteriza a los franceses es el apego por su cultura, sus tradiciones y sus lugares mágicos. Este será un factor importante en la próxima edición de los Juegos Olímpicos que tendrán varias anécdotas únicas.

Mirando hacia el pasado, parece mentira que algunas de las sedes que fueron utilizadas en 1924 repetirán, caso del Yves du Manoir, Colombes. Este recinto que fue eje de aquellos juegos, ahora, ya varias veces remodelado, albergará la competición de hockey sobre césped.

Igual suerte correrá el Palacio de Versailles, escenario que fue sede del tiro en los juegos de 1924, ahora lo será nuevamente, pero para las competiciones ecuestres y de pentatlón moderno.

Para la edición del 2024 solamente se construyó una instalación, se trata del Centro Acuático, que destaca por el uso de materiales sustentables. El 95% de los recintos serán remodelados o temporales, lo que abarata costos y evita daños ambientales.

Pero los datos no se quedan allí, por primera vez en la historia habrá paridad de géneros en el número de atletas participantes. También, de forma inédita, la ceremonia de apertura se llevará a cabo fuera de un estadio, esta vez en el Río Sena.

Debutarán nuevas disciplinas como el caso de la escala deportiva, surf y skateboarding. Los amantes del atletismo tendrán una atracción adicional a la velocidad y la resistencia de sus atletas, habrá una pista morada.

Las medallas tendrán un fragmento del hierro original de la Torre Eiffel y de manera sorpresiva, veremos la subsede más alejada de la historia. En la lejana Tahití, en Oceanía, se disputarán las pruebas de surf.

Así que ya solo quedan días para volver a disfrutar el espectáculo que nos dará París por tercera vez. Brillo, historia y elegancia, seguramente son elementos no faltarán en esta cita.

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