Foto: Cortesía Gregory Massialas / Augusto Bizzi
En esta oportunidad TouchéWorld recibe en su “Sala de Maestros…” a Gregory “Greg” Massialas, un entrenador comprometido con la filosofía de sacar al campeón que existe dentro de los jóvenes y su espíritu de excelencia, tal como rezan los objetivos de la Fundación Massialas (MTEAM), la cual fundó hace alrededor de 20 años.
“Greg” Massialas, Maestro de Florete nacido en Grecia, pero radicado en Estados Unidos desde los 10 años, país que representa con orgullo desde 1971, cuando participó por vez primera en un Campeonato del Mundo categoría Junior, y del que actualmente es Entrenador Nacional.
Padre y entrenador de dos hijos medallistas olímpicos, Alexander Massialas – juvenil y adulto- y una promesa de la esgrima estadounidense femenina, Sabrina Massialas –medallista olímpica juvenil-; Gregory ha cumplido con su deseo de formar campeones, resultados que se reflejan con las más de 40 medallas obtenidas en Campeonatos del Mundo y medallas olímpicas, tanto en juvenil como adulto, cortesía de los atletas de la Fundación Massialas (MTEAM).
El programa de la Fundación Massialas (MTEAM), “Casa de olímpicos, NCAA y campeones del mundo”, como la hace llamar su fundador, es una escuela especializada en el arma de florete, en la que los esgrimistas de MTEAM compiten en los niveles nacional e internacional más altos y se llevan a casa más medallas de oro nacionales que cualquier otro programa similar de Estados Unidos.
Y es que pese haber sido olímpico en tres oportunidades y ganador de cuatro medallas panamericanas como atleta, su mayor aporte a la esgrima estadounidense ha sido su enseñanza y formación, que son palpables con hechos, como por ejemplo el haber llevado tanto a su hijo Alexander como a Gerek Meinhardt al puesto número uno del Ranking Mundial de Florete Masculino.
Asimismo, dirigió al Equipo Masculino de Estados Unidos de Florete que ganó la primera medalla de plata en la historia de la esgrima estadounidense en un Campeonato del Mundo categoría Senior y más adelante logró bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el mismo con el que se ubicó en el primero lugar en la clasificación mundial por conjunto.
Todo un entrenador exitoso de alto nivel, que no deja de soñar y se ha trazado como meta, conseguir la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos y que en esta oportunidad recibimos en nuestra “Sala de Maestros…” para conocer más de de sus experiencias, logros, planes, proyectos y objetivos.
TW: ¿Cómo fue su inicio en la esgrima?
GM: Yo solía ser un nadador competitivo cuando era joven. Practicaba varios deportes, sin embargo en el primer verano que tuve en Estados Unidos, tomé clases de esgrima y fue el deporte que me atrapó.
Pasaron varios años y no tenía a donde ir a entrenar, entonces me recomendaron ingresar a un club de adultos dirigido por voluntarios universitarios donde poco a poco fui mejorando en las técnicas, hasta que afortunadamente logré participar en mi primer campeonato del Mundo categoría Junior en el año 71.
Allí conocí a un entrenador de la selección nacional que me sugirió ir a entrenar todos los días a una hora de distancia, además de nadar en el colegio y todo lo demás y así lo hice.
TW: ¿Cómo se da el cambio de atleta a entrenador?
GM: Fue algo como un golpe de suerte, que debo agradecer a mi esposa por eso.
Cuando me retiré, luego de haber participado en las Olimpíadas, viajaba mucho por los campeonatos mundiales en Estados Unidos, debido a que en ese tiempo trabajaba con una empresa de publicidad.
Pero mi esposa siempre me insistía y me decía que debía entrenar a los jóvenes: ‘tú deberías comenzar un programa porque sabes tanto de esgrima que tú puedes hacer la diferencia. Realmente sus palabras fueron como un ‘puedes hacer historia’.
TW: ¿Actualmente, donde ejerce sus funciones como entrenador?
GM: Vivo en San Francisco, donde funciona mi programa –Fundación Massialas (MTEAM)- que comencé hace unos 20 años y del que soy entrenador, por lo que ahora me toca viajar mucho por todo el mundo, pero está bien.
TW: ¿Cómo equilibra sus días, entre la esgrima y la familia?
GM: Soy afortunado ahora, Alexander – Massialas – se acaba de graduar de la Universidad de Stanford. Él tiene su propia vida, pero vive en un apartamento ubicado al lado de nuestra casa y podemos verlo todo el tiempo.
Mi hija –Sabrina Massialas- está estudiando en la Universidad Notre Dame, en un año termina y estará regresando. A ella la vemos con seguridad durante las vacaciones.
Por ello puedo decir que he sido afortunado, además que mis dos hijos practican la esgrima, así que viajaba siempre con uno o con el otro. Eso nos ha mantenido como familia.
TW: ¿Como entrenador de esgrima, que es lo que más disfruta?
GM: Lo que más me gusta de este gran deporte es que te enseña destrezas personales que son en sí, destrezas para la vida. En estos últimos 17 o 18 años he visto el progreso que han tenido los alumnos. Algunos eran tímidos y hoy en día son personas exitosas, y creo que la esgrima tuvo mucho que ver en esto.
Por supuesto, nos sentimos muy felices que nuestros atletas hayan ganado más de 40 medallas en campeonatos mundiales, además, en los últimos 8 años hemos obtenido medallas en las Olimpiadas y eso para nosotros es algo maravilloso, porque vemos como influenciamos de manera positiva en nuestros muchachos.
TW: Sabemos que usted es un padre-entrenador. ¿Cómo se siente entrenar a sus propios hijos?
GM: Mucha gente dijo que no se podía ser padre-entrenador. Dije, bueno, pero fui muy afortunado porque la esgrima era mi pasión, entonces cuando comencé como entrenador de esgrima, mis hijos eran muy pequeños, creo que mi hija no había nacido aún. Mi hijo tenía 3 años.
Entonces comencé el programa antes de que ellos se involucraran en la esgrima. Nunca traté a mis hijos con favores especiales, ellos tienen que hacer lo que hace cualquiera de los alumnos. Creo que esto es muy importante, porque he visto muchos entrenadores que ayudan a sus hijos dándoles ayuda extra o especial y lo que realmente logras es que se sientan que deben ganar por el nombre que llevan.
Pienso que mis dos hijos lo hacen porque les gusta lo que hacen y tienen éxito por lo que tienen dentro de sí, por supuesto, se les enseña destrezas, técnicas y mi equipo de entrenadores es maravilloso.
TW: ¿Qué diferencia hay entre entrenar a tu hija Sabrina, como chica, y entrenar a Alexander, un muchacho?
GM: La verdad es que es muy diferente. Con el muchacho es más directo todo, mientras que con ella es distinto, pero si es importante hacer esa separación de padre y entrenador.
Cuando estoy en la pista de esgrima soy el entrenador y trato de hacérselos entender claramente, pero fuera soy el padre, entonces todo esto ayuda en esta situación.
Definitivamente entrenar a chicas representa un mayor desafío para nosotros pero es muy gratificante cuando ves como ganan y es un sentimiento más exuberante.
TW: ¿Que posibilidad habría de que algunos atletas latinoamericanos se entrenen en su Fundación en San Francisco?
GM: Nosotros hemos tenido esgrimistas de diferentes partes del mundo, de Argentina, Chile, México, China, como también de Italia y de otros lugares, que han venido por periodos de tiempo y se han quedado con nosotros haciendo diferentes cosas.
Creo que uno de los problemas es que San Francisco es una ciudad muy costosa, por ejemplo en vivienda es la ciudad más costosa en los Estados Unidos, sin embargo hemos tenido gente de Tailandia, Hong Kong y de otras partes de los Estados Unidos también.
TW: Desde su punto de vista, ¿Cómo ve el crecimiento de la esgrima en el continente americano?
GM: La realidad es que desde que comencé hace muchos años, y desde que participé por primera vez en los Juegos Panamericanos en Puerto Rico en 1979, he visto década tras década un gran crecimiento, sobre todo en los últimos 10 – 15 años.
Venezuela ha tenido siempre un programa muy bueno, Argentina ha tenido un programa que ha sido bastante sólido. México por supuesto, Canadá y los Estados Unidos también. Igualmente vemos como la esgrima se ha expandido a países como Perú, Chile, Colombia, entre otros.
Creo que ha habido un gran cambio, la gente está entendiendo este deporte un poco más y creo que el internet, tienen mucho que ver con esto.
TW: ¿Cuáles son sus expectativas para Tokio 2020?
GM: Yo quiero ganar medallas de oro. En nuestro programa nos hemos trazado un plan de técnicas que están enfocadas hacia ese objetivo. Hemos estado trabajando duro en eso.
Pienso que Tokyo 2020 representa para nosotros una conquista de medallas de oro tanto para el equipo de los Estados Unidos como para nuestra Fundación en San Francisco.
TW: Desde su perspectiva como entrenador ¿cómo ve al Continente en Tokio 2020?
GM: Estamos viendo países que han tenido éxito, en la época cuando yo competía Cuba era muy fuerte, eran campeones mundiales. Venezuela tiene un buen programa, México está muy fuerte ahora.
Lo que me gusta del Continente, es que están surgiendo otros países con buenos resultados, no solo los Estados Unidos. Tenemos a Argentina y también a Canadá. Lo bueno que está pasando es que hay muchas competencias, entonces mientras mas personas compitan mas posibilidades tenemos de ganar, y eso es bueno para todos.
TW: ¿Qué consejo le da a un atleta que se inicia en la esgrima?
GM: Lo primero que veo es que te tiene que gustar lo que haces. Si te gusta la esgrima, entonces te tienes que esforzar para obtener buenos resultados.
Pienso que si lo haces porque eso es lo que quieren tus padres o porque piensas que es algo que te ayudará de alguna manera, entonces no creo que seas muy exitoso, porque hay muchos momentos difíciles y durante esos tiempos difíciles tienes que saber lo que deseas y así tendrás una oportunidad de hacerlo bien.
Otra cosa que recomiendo es que comiencen a practicar esgrima desde joven para así poder crecer y hacer progresos.
“Nuestro objetivo principal es Tokio 2020 donde queremos ganar medallas de oro. En nuestro programa nos hemos trazado un plan de técnicas que están enfocadas hacia ese objetivo”.
G. Massialas
Por Antonio Vásquez. Lic. en Comunicación Social, Periodista Redactor de Deportes. Jefe de Prensa.– Touché Editorial.