Dirige los oficios de la casa, el aula de clase cuando le corresponde cumplir con la docencia  y los entrenamientos del Club Esgrima Querétaro del que es entrenadora. Toda una madre multifuncional, así es la mexicana Holda Lara Celis, quien además, es la “Fan #1…” de sus hijas.

Holda Lara encabeza la cadena de esgrimistas que conforman su familia, pues, sus cuatro hijas son atletas de la disciplina y su esposo Ramsés Herrera, también es entrenador, por lo que las pedanas han sido el lugar favorito para compartir en familia.

Maestra de Inglés por vocación y entrenadora por pasión, la mexicana ha sido un apoyo fundamental tanto en las victorias como en las derrotas de Holda Pliego, Regina Pliego, Paola Pliego y Fernanda Herrera, quienes han mantenido a su mamá en el mundo de la esgrima por más de 20 años, ese en el que ha vivido momentos felices y amargos, pero del que se apasiona cada vez más.

“Realmente conocí la esgrima por mi hija mayor –Holda Pliego-, que desde chiquita veía esgrima en la televisión y se interesó. Ella insistió mucho y luchó hasta comenzar a practicarlo. Después de Holda, tanto Regina como Paola y Fernanda, quisieron seguir lo que hacía su hermana mayor y luego cada una se fue enamorando de este deporte”, recuerda Lara, sobre el comienzo de toda una familia esgrimista.

La madre de las cuatro tiradoras confiesa que ha tenido que saber llevar la relación de madre y representante con el de entrenadora. “Nosotros –junto a su esposo-  hemos tenido que ser en parte, entrenadores de ellas, por lo que ha sido muy difícil separar una cosa de la otra, porque a veces las situaciones, problemas y regaños no se quedaban solo en la Sala de Armas, si no que se iban a la casa, y eso hacía difícil separar una cosa de la otra”.

Situación similar recuerda Holda cuando le corresponde estar desde las tribunas apoyando a sus hijas, pues revela que en ocasiones ha mezclado sus conocimientos de esgrima con la corazonada de madre.

“Procuro centrarme porque a veces estoy del otro lado –madre/representante-, y soy de las que si un juez les hace alguna injusticia, me pongo mal, aunque luego recuerdo que a veces soy yo la que está del lado del juez o entrenador y son los padres los que se pueden poner mal con alguna decisión mía”, recuerda Lara entre risas.

 

TW: ¿Por qué la esgrima y no otra disciplina?

HL: No tengo idea de porque mi hija mayor –Holda- se interesó por  la esgrima, pero finalmente ella nos llevó al resto de la familia a esto. Digo al resto de la familia porque hasta yo comencé a practicarlo junto a Holda.

Holda comenzó a los 4 años cuando yo tenía 25 y un día el entrenador me invitó a practicarlo también porque pasaba todo el día en los entrenamientos y así fue como me involucré por completo en la esgrima.

TW: ¿Cómo es la relación de un padre o representante  con el entrenador?

HL: Procuro no involucrarme en nada de las decisiones de los entrenadores. Yo respeto el cien por ciento, porque es lo que me gusta que hagan conmigo como entrenadora.

Siempre les digo a mis hijas, en este caso a Paola y Fernanda que son las que aún compiten, que lo primero y lo último, es respetar a los entrenadores, porque solo así se pueden lograr las cosas.

TW: ¿De qué modo cree que la esgrima trasciende en la vida de los jóvenes?

HL: Trasciende en todos los aspectos. En su vida profesional, en su vida personal y en su relación de trabajo.

Creo que la esgrima les enseña que el trabajo duro y la perseverancia, siempre te va a dar algo.

 

TW: ¿Qué es lo más apasionante para un padre o representante de un esgrimista?

HL: Me apasiona todo –entre risas-. Me encanta verlas entrenar, esforzarse y creo que por el hecho de ser madre y entrenadora, les exijo más.

Es muy probable que ellas –hijas- te dijeran que me paso de apasionada –entre risas-. Pero creo que solo así, entregándose y esforzándose se pueden alcanzar las cosas.

 

TW: ¿Qué cree usted que hace a la esgrima un deporte más atractivo en comparación a otros?

HL: No sé si soy vendedora de las maravillas de la esgrima, pero a todo el mundo les digo que es uno de los deportes más completos que hay.

Siempre digo que para la esgrima tienes que tener las piernas de un corredor de atletismo, los brazos de un tenista, la agilidad de un boxeador, la resistencia de una nadador  y la cabeza de un ajedrecista, por eso digo que la esgrima es uno deportes más completos que hay.

TW: ¿Cuál ha sido el mayor logro durante su rol como padre o representante de un atleta?

HL: Todos y cada uno de los logros de ellas, porque lo han hecho con el mayor de los esfuerzos, por su entrega y un trabajo en equipo.

 El logro no es mío, el logro es de ellas y de toda una familia que ha estado siempre apoyándolas. Su papá, mi esposo, los tíos, primos, abuelos,  todos, intentando que ellas salgan adelante.

TW: ¿Cuál ha sido el momento más feliz durante su rol como madre o representante?

HL: Hay muchos momento que no sabría cual decir. Imagínate la cantidad de medallas y no sólo de oro.

A veces hasta las derrotas pueden haber sido momentos memorables. Recuerdo una vez que Paola perdió ante Regina y no quería subir al podio –entre risas-. Lo recuerdo y me rio mucho por el hecho de ver a Paola con su cara de molesta y no querer estar al lado de su hermana. Quizás para ella era un momento desagradable pero para mí, como madre, era algo feliz verlas juntas allí en el podio.

Así hay muchos momentos. Por ejemplo el momento en el que nos enteramos que Paola era la número uno del mundo o cuando Regina ganó las olimpiadas nacionales mexicanas. También cuando Fernanda obtuvo bronce en el Panamericano de El Salvador.

TW: ¿Cuál ha sido el momento más difícil durante su rol como madre o representante?

HL: Me han tocado momentos horribles, pero te puedo decir que el peor fue el día que me desperté con una llamada de Paola y enterarme que la estaban dejando fuera de los Juegos Olímpicos – Río de Janeiro 2016-, por algo que no había hecho, por algo que era inocente.

Ver esa injusticia y no poder hacer nada por mi hija. Ver que la estaban acabando y destrozando con su vida, creo que ha sido el peor momento.

Fue un momento de impotencia porque estaban terminando con sus sueños. Ha sido lo peor  y creo que es lo peor que a un padre le puede pasar en cuanto a deporte, porque imagínate ver a tu niña desde pequeña con un florete, trabajando, esforzándose, dejando cosas atrás, como la  familia, por cumplir el sueño de ir a unos Juegos Olímpicos  y luego ver que se lo quitaban así, fue algo muy difícil.

TW: ¿Cuál es su mayor sueño como madre o representante de un esgrimista?

HL: Dentro de la esgrima y de su vida, mi mayor sueño es que logren sus objetivos. Los que sean y para eso las voy a ayudar siempre.

 

Es muy importante dejar que los hijos logren lo que ellos están dispuestos a trabajar, porque a veces los papás quieren que los hijos logren lo que ellos no pudieron. H. Lara.   

 

Por Antonio Vásquez. Lic. en Comunicación Social, Periodista Redactor de Deportes. Jefe de Prensa.– Touché Editorial.

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