Unión y solidaridad son los primeros de muchos valores que aprenden los niños y jóvenes que acuden a formarse como esgrimistas integrales en el Club Dragones de Caricuao, ubicado en el sector Curpa, de Caricuao, en Caracas, capital de Venezuela.
En el año 2016, fueron abiertos los espacios para la esgrima en la Gran Base de Misión Hugo Chávez Frías. Se necesitaba un entrenador que aprovechara el lugar y los recursos de la sala para formar nuevas generaciones de esgrimistas. Entonces la esgrimista Eliana Lugo asumió el liderazgo del Club, porque ya había comenzado sus estudios en el curso de entrenadora que dicta el Instituto Nacional del Deporte, más otro curso de esgrima que hizo en la misma institución, junto con su experiencia como miembro de la selección nacional, y esos fueron suficientes avales para ser la entrenadora.
De la mano de su trabajo como entrenadora del club, continuó su formación, pues también estudió la licenciatura en entrenamiento deportivo en la Universidad Deportiva del Sur, de la cual solo le falta presentar y defender la tesis para culminar.
“Me he atrasado con la tesis debido a los viajes a las competencias”, expresó Eliana, quien además agradece el apoyo de los representantes en esos momentos en que le toca viajar porque, como una familia, se encargan del Club y atienden muy bien al entrenador suplente.
Un club muy democrático
“Los mismos niños escogieron el nombre del Club en una reunión. Lo fuimos a registrar en la Asociación del Distrito Capital y en la Federación Venezolana de Esgrima. También se escogió entre todos el diseño del logo. Fue toda una participación de alumnos, representantes y mi persona”, contó con alegría y orgullo la entrenadora.
Actualmente, el Club tiene de 20 a 30 niños y jóvenes, porque hay algunos que van y vienen. Pero hay un grupo que es constante y ya ha asistido a competencias nacionales.
Se admiten niños desde los seis hasta los 15 años. “Mientras más pequeños mejor”, asegura Lugo, y argumenta: “Al entrar de cinco o seis años hay más chance de que aprendan bien a marchar, a romper. Así, cuando tienen 10 y 11 años, ya tienen cinco años de preparación y podrán verse los resultados”.
Lugo asegura que, a pesar de la importancia que tienen los resultados en todo deporte, en el Club Dragones de Caricuao se le da igual importancia al compartir en familia, pasarla bien, y saber que siempre es posible mejorar.
“Tengo una lucha con los padres y representantes: a veces presionan mucho a sus hijos para que ganen medallas –indica Lugo-. Y es normal, todos queremos ser ganadores. Pero yo les digo que no es fácil pararse en la pedana, que es como cuando ellos van a presentar una tesis ante un auditorio; los niños también sienten ansiedad, no duermen cuando les toca una competencia”.
Ante esa presión, la entrenadora quiere que la evolución del Club apunte a recibir a personas de todas las edades que vayan a practicar esgrima como hobby.
“En otros países, hasta los abuelos pueden ir a los clubes a practicar esgrima, relajarse y divertirse, sin la presión de ganar. Quisiera que eso se pudiera hacer en nuestro Club, pero lamentablemente no contamos con los materiales suficientes para recibir muchas personas”.
La entrenadora contó también cómo maneja el fracaso en los niños, lo que a la vez forma parte de la filosofía de trabajo del Club: “Cuando uno pierde, todos los compañeros dan su apoyo. Sabemos que valió la pena competir porque es también la ocasión para compartir y seguir practicando, porque las oportunidades de volver a ir a combate y ganar, sobran. Somos una familia”.
Nombre del Club: Club Dragones de Caricuao
Fecha de fundación: 2016
Ciudad sede: Caracas, Venezuela
Dirección: Caricuao sector Curpa, al lado del CDI
Instagram: @ClubDragonesdeCaricuao
Por Yesenia Rincón Castellano. Comunicadora Social, Periodista. Jefa de Prensa.- TouchéWorld Editorial
