Control Biomédico del entrenamiento en la esgrima

El control biomédico del entrenamiento constituye parte fundamental de la medicina deportiva, informa acerca del estado de los objetivos trazados y es un aliado indispensable del éxito en el desempeño atlético

El control biomédico del entrenamiento es un elemento determinante en la práctica del deporte de alto rendimiento. Mediante la observación médica constante del deportista y su entorno para vigilar las cargas de entrenamiento, procura el logro de una higiene adecuada y una profilaxis óptima para evitar lesiones y enfermedades.

En la esgrima, el control biomédico permite valorar las condiciones de entrenamiento y de competencia, organizar el proceso de entrenamiento, estudiar la influencia del entrenamiento sobre el organismo, evaluar los medios y sistemas empleados en el entrenamiento con el propósito de perfeccionar la planificación e individualización de las cargas, y elegir los métodos médicos, psicológicos y pedagógicos más adecuados que correspondan según las etapas de la preparación del atleta. El logro de tales objetivos requiere de un enfoque multidisciplinario mediante un grupo asesor que oriente y asista permanentemente al entrenador y al atleta.

El grupo asesor de salud, o “grupo de salud” que aporta ese enfoque multidisciplinario lo encabeza un médico especialista en medicina deportiva y lo completan, generalmente, un psicólogo deportivo y un fisioterapeuta, quienes se apoyan en especialistas de otras ramas de las ciencias de la salud, como fisiólogos, bioquímicos, biólogos, nutriólogos, biomecánicos, entre otros.

El modelo cubano

Describimos aquí el modelo cubano, donde la aplicación del control biomédico del entrenamiento la establece una trilogía (entrenador – atleta – grupo de salud) que no debe fraccionarse y de donde se espera van a depender directamente los resultados competitivos. En este modelo, el régimen de acción médica se diseña a partir del plan de entrenamiento que establezca el grupo de entrenadores y, para el cumplimiento de ese régimen, el médico que encabeza el grupo de salud debe:

1. Dominar los aspectos técnicos del deporte y contar con el ingenio para detectar y explorar nuevos métodos.

2. Atender los aspectos relacionados con la salud de los esgrimistas y la fisioprofilaxis.

3. Mantener un adecuado control de las condiciones higiénico-sanitarias y ambientales.

4. Planificar los exámenes médicos y adecuar las pruebas médicas a las características de la esgrima.

5. Realizar evaluaciones funcionales al final de cada etapa en condiciones de laboratorio y terreno para determinar el estado de salud y cuantificar el efecto acumulativo del entrenamiento durante un período determinado.

6. Determinar la respuesta inmediata a las cargas de entrenamiento, evaluar los efectos posteriores y la recuperación del esgrimista.

7. Controlar los aspectos nutricionales, odontológicos y ginecológicos.

8. Contribuir en el desarrollo de las cualidades motoras y psicológicas generales y específicas.

9. Mejorar los procesos recuperativos (relación trabajo-descanso).

10. Participar, analizar y registra los resultados de las pruebas médicas.

11. Orientar a entrenadores y esgrimistas en aspectos médicos y no médicos relacionados con su salud y con el proceso de entrenamiento.

Control biomédico aplicado a una sesión de entrenamiento en el modelo cubano

En el modelo cubano, al inicio de una sesión de entrenamiento se informa a los esgrimistas las tareas y objetivos pedagógicos y médicos que deben cumplirse. El trabajo médico continúa con una breve entrevista individual, exámenes clínicos y determinaciones ordinarias que permiten realizar de forma individual un diagnóstico del proceso de recuperación de cada esgrimista y orientar a entrenadores y atletas sobre cómo afrontar la nueva sesión de preparación. Paralelamente, se inspecciona las condiciones higiénico-sanitarias y ambientales, se controla el calentamiento, se vela por la hidratación correcta y el uso de los recuperantes farmacológicos. Se monitorea, a través de varios parámetros, la influencia inmediata de las cargas y se dirige el proceso final de la clase con énfasis en el trabajo de estiramiento, relajación y crioterapia (empleo del masaje con hielo con fines terapéuticos).

Protección de la calidad de vida durante y después de la actividad deportiva

El control biomédico garantiza la aplicación correcta de las cargas de entrenamiento y la recuperación posterior del esgrimista, evitando así los efectos del sobreentrenamiento que influyen de forma negativa en su salud y capacidad de trabajo.

El control biomédico permite, igualmente, prevenir el desarrollo de estados pre-patológicos, enfermedades y lesiones en el atleta, que no sólo afectarían su rendimiento deportivo, sino también su calidad de vida una vez concluida la actividad deportiva.

Un aliado fundamental del éxito en el desempeño atlético

La función de retroalimentación del control biomédico informa acerca del estado del cumplimiento de los objetivos trazados. La dirección del proceso de preparación es más efectiva si el entrenador dispone del análisis médico y psicológico de sus esgrimistas: la variación de su capacidad de trabajo, el estado del organismo, el nivel de desarrollo de sus cualidades físicas, el grado de dominio de la técnica de los movimientos, la magnitud del trabajo realizado, etc.

No hay duda de que un control biomédico riguroso, sobre bases científicas, garantiza una dirección correcta de la preparación y constituye para el entrenador, en la cadena de eslabones del sistema de preparación del esgrimista, su fuente principal de orientación.

Resulta impensable, entonces, que pueda realizarse la conducción efectiva del entrenamiento atlético y de sus componentes sin la aplicación rigurosa de procedimientos de control biomédico.

 

Por Rita Martínez. Lic. en Comunicación Social, Periodista Redactor de Deportes.– Prensa Touché Editorial.

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