Nombre: Bradley Dallas  Johnston Leyer

Apodo: ‘Harry’

Lugar y fecha de nacimiento: San José, Costa Rica. El 20 de agosto de 1989.

Club al que pertenece: Club de Esgrima de la Universidad de Costa Rica.

Peso: 67 Kg.

Estatura: 1.77 mts.

Arma: Espada.

Orientación: Diestro.

TW: ¿A qué edad iniciaste en la esgrima?

BJ: Comencé a los 18 años.

TW: ¿Quién te inspiró o motivó a iniciarte en la esgrima?

BJ: Todo se dio porque tenía que llevar una clase deportiva en la Universidad de Costa Rica y aunque soy fanático del béisbol y los Red Sox de Boston, sabía que en mi pueblo muy poco se jugaba béisbol, así que vi la opción de la esgrima y me decidí por ella porque vi que era algo un poco inusual.

De esgrima solo había visto algunas películas de espadas, algo que jugaba mucho con mi hermano cuando niños, pero luego que empecé a practicarla, me enamoré por completo de la esgrima.

TW: ¿Cuántas horas entrenas a diario?

BJ: En lo personal ya estoy dedicado cien por ciento a la esgrima, en el sentido de que quiero convertirme en deportista profesional, y aunque en la actualidad no es un posibilidad en Costa Rica para la gran mayoría de las personas, me considero bastante privilegiado en el sentido de que ya salí de la universidad y el trabajo me da tiempo, por lo que entreno dos veces al día de lunes a viernes.

En las mañanas entreno dos horas y medias y en las tardes alrededor del mismo tiempo. Todo depende del entrenamiento, si es la parte física o lo técnico táctico.

 

TW: ¿Cuál es la dieta que llevas, tu preparación previa a las competencias?

BJ: No llevo una dieta como tal porque prácticamente en Costa Rica tenemos nuestra propia dieta, al comer sano con nuestro plato típico, como es el casado.

Lo que como todos los días son frijoles, algunas proteínas y ensalada. Básicamente me apego mucho a la comida tradicional de acá de Costa Rica y evito comer grasas muy pesadas antes de las competencias.

TW: ¿Cuál es el oponente que te cuesta o te la ha puesto difícil en tus años de competencia?

BJ: Hay varios esgrimistas que me he topado y que me la ponen difícil como Nikon Vuorinen de Finlandia, Sten Priints de Estonia, Huges Boisvert-Simard, Julio Benjamín de República Dominicana y Francisco Limardo de Venezuela.

 

TW: ¿Escuchas música para entrenar?

BJ: No, en eso soy un poco extraño porque soy de los que no escuchan música para entrenar.

Me gusta más el silencio. Tal vez no sea de los compañeros más divertidos –entre risas-.

TW: ¿Qué hobbies tienes aparte de la esgrima?

BJ: La aventura de la esgrima ha sido algo súper interesante para mí. Ahora mismo estoy enfocado al estimulo deportivo.

En la actualidad estoy involucrado en un movimiento de atletas que quieren encontrar un financiamiento permanente de alto rendimiento y mejorar las condiciones que tenemos los deportistas costarricenses. Entonces estoy muy involucrado en actividades del deporte nacional.

 

TW: ¿Qué sueño tiene Bradley Johnston dentro de la esgrima?

BJ: Ganar una medalla olímpica, ya sea individual o por equipos y utilizar eso para tener un poco más de autoridad a la hora de hablar de deporte y poder mejorar las condiciones de los atletas costarricenses, para que finalmente, ser un deportista profesional en Costa Rica, sea una opción para aquel o aquella que vea el deporte como una profesión de vida.

TW: ¿Qué anécdota tienes que recuerdes?

BJ: La esgrima es un deporte que se presta para las anécdotas divertidas, pero en lo personal, siento que tengo que tener mucho cuidado porque soy muy despistado y suelo perder las cosas.

Con la esgrima viajamos mucho y vivo dejando las maletas en el avión, los aeropuertos o en los puestos de seguridad. Siempre tengo que andar pidiendo ayuda para recuperar mis cosas –entre risas-.

TW: ¿Un momento difícil en tu vida como esgrimista?

BJ: He tenido varios, pero el 2010 fue un año muy difícil, debido a la situación que teníamos en el país y no veía que el tiempo que estaba invirtiendo en los entrenamientos, se viera reflejado en una mejora de mis capacidades y resultados, por lo que decidí retirarme de la esgrima y practicar otros deportes, algo que me sirvió para despejar la mente.

Después volví y desde entonces las cosas han ido mejorando. Pero el año 2010 fue un año muy difícil para mí.

TW: ¿Cuál ha sido el momento más feliz en tu vida como esgrimista?

BJ: Muchos momentos felices. Creo que uno ha sido cuando tuvimos la oportunidad de ver como es la esgrima de alto rendimiento en Italia.  Allá estuvimos preparándonos para los Juegos Centroamericanos de Panamá.

Estuvimos dos meses en Sicilia, Italia, entrenando junto a grandes atletas como Enrico Garozzo, Marco Fichera, Alberta Santuccio, Edoardo Munzone, entre otros.

De verdad que fue un momento satisfactorio porque es bastante importante prepararse afuera y sobre todo junto a los mejores.

Otro momento feliz fue mi actuación en los Centroamericanos de Managua 2017, donde logré la primera medalla de oro para la espada masculina de Costa Rica.

 

TW: ¿Cómo te levantas tras una derrota?

BJ: Las derrotas son parte del proceso de aprendizaje. Yo estoy muy consciente de eso en estos momentos.

La competencia es mi parte favorita de toda la esgrima, pero creo que por mucho, lo más difícil son los entrenamientos, porque las derrotas no definen nada, si no lo que hago yo todos los días.

TW: ¿Con qué frase te identificas, filosofía de vida?

BJ: El trabajo duro le gana al talento, cuando el talento no trabaja duro.

TW: ¿Cuál es el entrenador o entrenadores que han marcado tu vida como atleta?

BJ: Sin duda alguna, el maestro polaco Jerzy Konczalski ha sido quien influyó para que tomara la decisión de optar por ser deportista profesional, pero ha habido otros entrenadores especiales como Luís Cruz, Efraín Rodríguez y Carlos Godoy.

 

TW: ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro como esgrimista?                       

  1. El Campeonato Centroamericano de Managua del 2017.

TW: ¿Qué consejos tienes para los nuevos esgrimistas?

BJ: Que tengan muy clara la razón por la cual están haciendo este deporte y que lo disfruten en cada momento.

 

La esgrima es mi aventura de vida, es una aventura donde el final no es muy claro, pero estoy haciendo lo mejor posible, para poder llegar lo más lejos y alto que permiten mis capacidades y al mismo tiempo poder usar eso para poder mejorar las condiciones de vida de los atletas. B. Johnston.

 

Por Antonio Vásquez. Lic. en Comunicación Social, Periodista Redactor de Deportes. Jefe de Prensa.– Touché Editorial.

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