Ha dedicado más de 15 años a la formación de atletas, rol que disfruta y con el  que espera llegar a unos Juegos Olímpicos adultos. En esta ocasión TouchéWorld recibe en su “Sala de Maestros…” al argentino Rodrigo Martín Álvarez.

Tras 23 años de carrera como atleta, Álvarez se retiró a los 33 años de edad, pero continuó su pasión sobre las pedanas desde la formación, como Maestro del arma de Sable, función en la que ha ido cumpliendo con los objetivos trazados.

“Al principio me gustaba solo dar algunas indicaciones, dándole una mano a Lucas -Saucedo- hasta que un día él me dijo que comenzara a enseñar”, recuerda el argentino, quien confiesa que no sabía si tenía condiciones para ser entrenador ya que “estaba consciente que eso es una responsabilidad, porque a veces cuando uno enseña lo que no es correcto, cuesta mucho corregir ese error en el atleta”.

En el año 2005, Rodrigo Álvarez encaminó su nueva carrera como entrenador, al aperturar el Club Gimnasia y Esgrima de Villa Devoto, donde poco a poco fue sumando chicos y formando atletas, hasta que ocho años más tarde comienza a obtener destacados resultados internacionales, como la medalla de oro de Pietro Di Martino en los Juegos Suramericanos de la Juventud, Lima 2013.

TW: ¿Actualmente, donde ejerce sus funciones como entrenador?

RA: Actualmente estoy como entrenador en la sala de la Fundación Argentina de Esgrima y recientemente abrí una sala nueva, en el Club Harrods. Además soy Coordinador de los Programas de Escuelas de Iniciación Deportiva y el Programa Esgrima en 8  Clases.

También fui Director Técnico del Programa “Buenos Aires 2018”, en el marco de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

TW: ¿Cómo equilibra sus días, entre la esgrima y la familia?

RA: Es complicado -entre risas-. La gente que está a mi lado, entiende de mi pasión por la esgrima, sin embargo trato de distribuir el tiempo para estar con mis seres queridos.

Tengo una hija de 20 años que me ha apoyado siempre, y lo entiende. Entonces todo ha marchado muy bien en ese aspecto.

TW: ¿Cuál ha sido su momento más memorable dentro de la esgrima?

RA: Creo que el inicio fue la medalla de oro los Juegos Suramericanos de la Juventud en el 2013.

También las clasificaciones para los Juegos de Nanjing 2014 y Buenos Aires 2018 en donde participe junto mis alumnos.

Toda esta experiencia me está ayudando en el trabajo que vengo haciendo con Matías Ríos, quien creo que es un tirador con mucha proyección y esto se vio reflejado en todo el proceso de la clasificación a los Juegos Buenos Aires 2018. Demostró ser constante en todo el proceso.

Ser dos veces entrenadores olímpico juvenil, son experiencias únicas, y sobre todo, con chicos que uno lo formo desde los primeros pasos. Realmente es una satisfacción enorme.

TW: ¿Cómo es la relación de un entrenador con los padres y representantes del atleta?

RA: Es complicada -entre risas-. Uno trata de tener un equilibrio porque hay padres y padres, pero está en uno, tratar de manejarlos, sin embargo hay situaciones donde vemos que si el padre no se adecua a nuestros parámetros, los invitamos a que asistan a otra sala.

Nosotros le damos mayor importancia a la formación del chico como persona. Si vemos un padre muy nocivo, se le habla, porque no queremos que ese padre contagie al hijo y por ende a todo el grupo.

 Entonces es algo complicado, pero para eso también tenemos las charlas, porque no es solo educar al chico, sino educar al padre también.

TW: ¿De qué modo cree que la esgrima trasciende en la vida de los jóvenes?

RA: Me pasa con chicos que dejaron la esgrima, pero que queda una amistad y a veces me escriben mensajes dando las gracias porque todo lo que uno les decía para su formación, con los valores que te da la esgrima.

Esos valores le sirven para estudiar o para trabajar. Para nosotros, la excelencia, el compañerismo y la lealtad, son valores  importantes que uno les va enseñando desde que son pequeños.

Entonces, que te llame un chico para decirte que esas cosas les están sirviendo para su vida en general, es el mejor regalo que puedes tener como maestro.

TW: ¿Qué es lo más apasionante de su función?

RA:  Sentar a un pequeño en guardia, verle la cara cuando le das el arma y después viendo el progreso a los 9 y 10 años, luego más adelante verlo en sus primeros torneos hasta llegar verlos a los 16 años cuando entran al alto rendimiento.

Ese es un proceso que lo vivo con varios alumnos. Veo el progreso de Matías Ríos, Juan Bacha, Tomas Alitisz, entre otros, son chicos que están dentro del equipo juvenil.

TW: ¿Qué hace a la esgrima un deporte más atractivo en comparación con otros?

RA: Fundamental el tema de la estrategia. En la esgrima no gana el más fuerte, el más alto ni el más rápido, gana el que aplica la estrategia.

A veces ves chicos que en desplazamientos no son los mejores, pero tácticamente si, y ahí marcan la diferencia.

La auto confianza y auto control, son valores que le sirven al chico y allí está la diferencia en comparación a otros deportes.

Además que la competencia en esgrima es muy difícil, tú ves otros deportes y tienen 4 o 5 luchas en un torneo para llegar a medalla, en cambio en la esgrima las competencias son muy largas en un mundial son más de 100 personas, en el caso de espada, más de 200 personas, donde tienes que hacer primero unas poule, luego debes tener entre 7 y 8 combates a 15 tocados  en el cuadro para llegar a instancias finales.

Entonces hay que tener una fortaleza mental que te va marcando como persona.

TW: ¿Cuál ha sido el mayor logro durante su rol como entrenador?

RA: En lo personal, creo que hay logros que van más allá de los resultados deportivos, como por ejemplo, logré que se enseñe esgrima en las escuelas públicas. Eso es para mí es un gran logro porque creo que es la base para que de aquí a 8 años, podamos tener un desarrollo grande en la ciudad de Buenos Aires.

Que la esgrima esté dentro de la materia de Educación Física en las escuelas públicas sería mi gran legado.

TW: ¿Cuál es su mayor sueño como entrenador?

RA: Creo que el de todo entrenador, poder llegar a unos Juegos Olímpicos de adultos. Ese sería el sueño máximo. Ya viví dos olimpiadas juveniles y es algo increíble, no quiero imaginarme unos juegos de mayores. Esperemos a ver cuando llegue ese momento

Por ahora, a corto plazo creo que estar en un podio panamericano, sería una meta a cumplir.

TW: ¿Qué consejo le da a un atleta que se inicia en la esgrima?

RA: Perseverancia. Que tengan claro que si algo les apasiona, nunca bajen los brazos.

“La esgrima es magia. Entrar en una sala de esgrima, sentir los olores del metal y del cuero, te transporta a otro tiempo” R. Álvarez.

Por Antonio Vásquez. Lic. en Comunicación Social, Periodista Redactor de Deportes. Jefe de Prensa.– Touché Editorial.

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